
Una vez descargada la aplicación de marras, ésta nos servirá como tarjeta de compra, pudiendo recargarla a través de nuestra tarjeta de crédito o bien vía PayPal. Podemos comprobar el saldo restante en cualquier momento, hacer recuento de nuestros puntos Starbucks o localizar en un mapa todos los establecimiento cercanos.
Además, si tenemos una tarjeta regalo física, basta introducir su número en la aplicación para digitalizarla y canjearla desde nuestro terminal. El pago se realiza acercando el teléfono a un escáner, que registrará el código de barras desplegado en pantalla.
Muy útil resulta la posibilidad de almacenar nuestros datos bancarios en la aplicación, evitando tener que volver a introducirlos cada vez que queramos recargar. Eso sí, para evitar que ningún adicto nos robe el teléfono y se chute cafeína hasta dejarnos sin fondos, podemos incluir un password de seguridad previo a cada transacción.
Aprovechando el lanzamiento de su app, Starbucks ha revelado que un tercio de sus clientes en EEUU tiene smartphone y que el 75% de ellos usa iOS o BlackBerry (terminales soportados). ¿Cómo sabe la red de cafeterías qué móvil usan sus clientes? ¿los vigila? La respuesta en un concienzudo reportaje de investigación que estamos preparando…